Día 20 de Octubre de 2013, el tiempo está un poco revuelto, algo de niebla, pero no amenaza lluvia. La temperatura es de 13ºC de mínima y unos 21ºC de máxima.
El río Tajo unos kms antes de llegar a Serradilla.
A las 8:20 salgo de Ibahernando con destino a Serradilla donde comienza la ruta. He quedado con mis amigos Jose y Mari que en esta ocasión vienen desde Cáceres con la Asociación Senderista Michaelus y desde aqui agradecerles que me invitaran a unirme a ellos en esta ruta tan bonita y llevadera.
Después de tomar el desayuno, sobre las 10:30, da comienzo la ruta, somos unas ciento y pico personas y alguna mascota. Al principio todos vamos un poquito abrigados pero a los pocos metros ya van estorbando prendas y el grupo empieza a extenderse.
Aunque hay nubes y algo de niebla la temperatura es estupenda y nos deja ver la Sierra de la Cueva.
Entre las nubes y desde la zona llamada Valle Grande podemos ver el castillo mirador de Monfragüe en la sierra de Peñafalcón. Esta zona está protegida y para transitar por ella se necesitan permisos que no siempre conceden dependiendo de la época del año.
Como esta, La Portilla por donde corre el riachuelo de La Garganta donde se encuentra el chorro del Fraile, también dormidero de buitres y otras aves.
En esta imagen odemos observar a la izquierda arriba lo que los lugareños denominan el río de piedras. Más tarde lo cruzaremos.
También podemos ver algunos olivares aunque debe ser complicadísimo recoger su fruto, más adelante veremos porqué.
Seguimos por una pista paralela al arroyo de las Viñas que nos lleva hasta un antiguo molino y este lugar que llaman La Puente.
Con las primeras corrientes los buitres emprenden el vuelo al ver la comitiva que llega a su dormidero.
Y aqui tenemos el arroyo de la Garganta y el risco con forma de Fraile, de ahí su nombre, La garganta del Fraile.
Algunas personas no eran capaces de sacar la silueta del fraile, en las fotos se aprecia bastante mejor.
Madroños, los que se aventuraron a comer los que estaban maduros decian que estaban deliciosos, yo como estoy a dieta.... ni los caté.
A poco más de un kilómetro nos desviamos de la ruta oficial hacia la derecha por el camino de la Solana por donde ascenderemos a la Sierra de la Cueva.
Desde aqui podemos observar un pequeño acueducto que utilizaban para alimentar a una pequeña plata hidroeléctrica.
Llegamos a un cruce de caminos, nosotros escogemos el que nos lleva al mirador de la Sierra de Santa Catalina.
Caseta reconstruida, erigida por San Pedro de Alcántara a mediados del siglo XVI para ubicar una Cruz que sirviese como referente visual de la fe cristiana. Durante la guerra de la Independencia se utilizó como enclave estratégico desde donde un vigía, por medio de una caracola, avisaba a los serradillanos de la llegada de los franceses para que se pusieran a salvo.
Cruz del Siglo. (Cru del Siglu. El 19 de mayu de 1901 los vedinus de La Serrailla enarbolarun la cru en lo cimeru d'esti pingurutu pa santifical i jadel memoria del nuevu siglu XX. Idin que aquel día toitus mairugarun i con las primeras ludis agilarun en processión tras la juélliga de las tres yuntas de bueyis qu'encaramarun las pieras de la cru jata esti perdutal, i aquí veliquí se jincarun de ruillas, se santiguarun i redarun unus relatinis al Pairi Santu en bendita comunión con la naturaleda.) Asociación El Duendi.
A pocos metros de la Cruz del Siglo hay un merendero donde paramos a comer antes de iniciar el descenso hasta el pueblo.
Llegamos a la plaza del pueblo donde nos esperan muchos de los caminantes que nos han acompañado, igualmente a nosotros nos toca esperar que que llegue el resto para luego ir a ver el Santuario del Santísimo Cristo de la Victoria.
Este magnífico templo construido entre los años 1672-1675, fue costeado en su mayor parte por el Excmo. Sr. D. Diego de Vargas, Conde del Puerto y su esposa Doña Antonia Alarcón, además de contar con las limosnas que dieron los fieles por la devoción al Santo Cristo, construyéndose, adjunto a él, un convento de religiosas, el Convento de Agustinas Recoletas de Serradilla fundado el 25 de enero
de 1659, guarda una rica colección pictórica, formada a lo largo de mas
de trescientos años en los que hay cuadros de variada procedencia y
cronología , aunque el grueso fundamental corresponde a la escuela
española y especialmente a la madrileña del siglo XVII.
Esta escultura de tamaño natural representa al Señor Resucitado, triunfador de la muerte, hollando la serpiente y la calavera. Su cuerpo muestra dramáticamente las llagas sufridas en la Pasión. Con su brazo izquierdo abraza la cruz mientras acerca la mano derecha a su corazón.
La imagen fue tallada en Madrid, entre los años 1630 y 1635 por Domingo de Roja, bajo el encargo de la beata Doña Francisca de Oviedo y Palacios. En 1641 llegó a Serradilla y en 1656 fue donada a las Monjas Agustinas Recoletas, que crearon el convento en la localidad y allí se instalaron en 1660. Años más tarde se construyó el Monasterio del Santísimo Cristo de la Victoria, hoy declarado Bien de Interés Cultural, donde actualmente reside la imagen.
Una vez visitado el Cristo de la Victoria y camino del centro de interpretación, nos encontramos un horno o tahona en la que se venden toda clase de dulces típicos de los cuales nos dan a probar algunas de sus variedades, por cierto, todas riquísimas, jejeje.
También nos sorprende este cartel y nos explican que es del estreno de la película TERRITORIO DE BANDOLEROS rodada y producida en
Serradilla con productores, directores y actores vecinos de la localidad
ninguno de ellos profesional.
Territorio de Bandoleros es una historia inspirada en hechos reales
ocurrida a principios del siglo XIX en la comarca del Monfrague, la
historia de Juan Morales "El Cabrerín" que mata a un hombre para
defender su ganado de unos bandoleros que intentan robarselo y antes de
enfrentarse a la justicia decide huir al monte uniéndose a ellos y
convirtiendose en jefe de la partida.
Ya en el centro de interpretación vemos una gran muestra de utensilios y aperos utilizados muchos años atrás por los serradillanos para distintas labores como para cocinar, manipular alimentos y como no, para la típica matanza.
Las viviendas eran construidas con los materiales que proporcionaba el entorno. En las casas se alternaban espacios para la vida y el trabajo (dormitorio o cocina), y para el aprovisionamiento (doblaos o "sobraos" con "enjugaeru" o "jumeru" para curar la matanza y con trojes donde almacenar las cosechas, etc.).
Un buen ejemplo de este tipo de construcciones es la Casa del Tío Cáscoles en Romangordo.
El lugar más importante de las casas era la cocina. En ella no sólo se cocinaba y se comía sino que, al calor de la lumbre, la familia se ponía al día de asuntos cotidianos. En las cocinas se transmitían auténticos tesoros culturales orales sobre oficios, fiestas, gastronomía o mitos y leyendas que hoy forman parte de nuestro acervo cultural.
Aventadora. Esta máquina "aventaba" el cereal, lo agitaba y soplaba con aire para quitarle las posibles impurezas.
Enmarañadora. El operario, sentado en el asiento, dirigía este apero movido por animales de tiro. Los ganchos traseros arrastran la mies segada.
Hasta aquí la ruta de hoy por Serradilla no sin antes hacer una última foto del río Tajo camino de casa.
Pasadas las 6 de la tarde me despido de mis amigos, ellos rumbo a Cáceres y yo a Ibahernando. Hasta la próxima.
Pasadas las 6 de la tarde me despido de mis amigos, ellos rumbo a Cáceres y yo a Ibahernando. Hasta la próxima.
BUEN CAMINO.
