miércoles, 29 de mayo de 2013

Ruta a la Garganta de los Infiernos con nuestros amigos del Puerto de Santa Cruz.



     Domingo 26 de Mayo; nos disponemos a salir rumbo hacia el Puerto de Santa Cruz, Juán el del bar, Jose Mª, Conchi, Juán Cercas y un servidor para realizar una ruta con los amigos de la Asociación de Senderismo "el Puerto en ruta".

     Como siempre nuestro lugar de encuentro es la plaza. Esperamos tener un día soleado aunque hay probabilidad de alguna tormenta pero bastante aislada, la temperatura es estupenda unos 10ºC a las 7 de la mañana, aunque más tarde llegaremos a los 18-20ºC y el viento flojito, 14 km/h.

     Llegamos al Puerto y ya nos están esperando nuestros amigos en el autobús. A las 7:10 partimos hacia Trujillo donde recogeremos a más personas y ya destino al Centro de Interpretación del Jerte. Cogemos nuestras mochilas y nos dirigimos al punto donde comienza la ruta no sin antes pasar por los servicios para soltar algo de lastre, jejeje.

     Comenzamos la ruta junto al Centro de interpretación de la Reserva Natural Garganta de los Infiernos, situado entre las localidades de Jerte y Cabezuela del Valle. El sendero sale del margen derecho de la pista forestal que lleva al centro de reproducción de truchas, y está señalizado por dos carteles informativos y marcado con banda blanca-amarilla.



     La ruta que vamos a realizar es de unos 16 km aproximadamente, unas 7 horas de duración y de dificultad moderada.



      La Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos, incluida en la comarca natural alto-extremeña del Valle del Jerte, está comprendida entre la vertiente noroeste de la Sierra de Tormantos, la vertiente suroeste de la Sierra de Gredos y el Río Jerte.

     Toda la zona tiene como roca madre un gran bloque de granito originado hace 350-200 millones de años, durante la gran orogenia (formación de las montañas) Herciniana, que sufrió modificaciones estructurales hace 40 millones de años durante la orogenia Alpina. Las rocas principales que encontramos son granitos y gneis.

     En el cuaternario se produjo un rejuvenecimiento del relieve, conformándose la actual red hidrográfica. En este periodo tuvieron lugar las glaciaciones, durante las cuales los hielos cubrieron gran parte de los sistemas montañosos. Actualmente se pueden observar signos de la erosión glaciar en glaciares de ladera (Glaciar de San Martín) y de valle (Glaciar de la Serrá).

 
     Las máximas altitudes se alcanzan en el Castifrío (2308 m.), la Cuerda de los Infiernillos (2244 m.) y el Cerro del Estecillo (2290 m.) que rodean al circo glaciar de la Angostura en la cabecera de la Garganta de la Serrá.

     Desde las altas cumbres, que durante el invierno almacenan las nieves, hasta el valle donde transcurre el río Jerte, se precipitan las tumultuosas aguas del deshielo en angostos cauces labrados en las rocas, llamados gargantas y que en la Reserva Natural conforman uno de los paisajes más atractivos y singulares, especialmente en aquellos tramos donde la erosión ha creado las curiosas y características "Marmitas de Gigante", como sucede en el paraje conocido como Los Pilones.


     En las faldas de la montaña, justo por encima del piso de la encina y por debajo del matorral de piorno serrano, se instalan los bosques de ladera. Son formaciones de árboles de hoja caduca (Fagáceas), principalmente de Roble melojo o Rebollo (Quercus pyrenaica). Los podemos encontrar desde los 300 m. de altitud hasta por encima de los 1500 m.



     Junto a los cursos del agua, aparecen bosques construidos por alisos, sauces y fresnos, acompañados por otros árboles que por su escasez constituyen auténticas reliquias botánicas, como son el Tejo, Acebo y Abedul: son los bosques de ribera.



     El primer tramo es de subida pronunciada por lo que los que estamos un poquito desentrenados tenemos que hacer una paradita de vez en cuando.


     A lo largo del camino iremos observando la variedad de flora, que no deja de ser llamativa.




     Ánimo Jose Mª que los calambres hasta mucho más adelante no llegarán, jejeje.


     Y con que alegría hicieron el camino, así da gusto.






     Ya falta menos.



     Las gargantas representan uno de los hábitats más característicos de la Reserva Natural. En sus orillas encuentran refugio especies de flora relicta (escasa o en peligro de extinción)  como el tejo, el abedul o la vedegambre.




 
     El Chorrero de La Virgen, una lástima que llevara tan poca agua.

 
     El sitio espectacular, la compañía,  suprema.





 
 


     Mmmmm, que ricas las cerezas.


  
     Los  pilones.


     En los pilones pararemos un ratito a descansar y a comer algo para coger fuerzas y continuar con la subida que nos espera.



     El agua cristalina. Desde las altas cumbres, que durante el invierno almacenan las nieves, hasta el valle donde transcurre el río Jerte, se precipitan las tumultuosas aguas del deshielo en angostos cauces labrados en las rocas, llamados gargantas , que conforman uno de los paisajes más atractivos y peculiares, especialmente en aquellos tramos en que la erosión ha creado las curiosas y características "Marmitas de Gigante", como sucede en el paraje llamado Los Pilones.



 
     Los pilones se sitúan en un tramo de la Garganta de los Infiernos, donde las aguas discurren sobre un gran bloque de granito que ha sido esculpido por la erosión del fuerte caudal, dando lugar a un singular paisaje constituido por la sucesión de pozas excavadas en las rocas que son las ya mencionadas Marmitas de Gigante.

  

     Las Marmitas de Gigante se forman por la acción erosiva de la corriente del río junto con los pequeños fragmentos de piedras que arrastra. Estos fragmentos quedan atrapados en concavidades del fondo y gracias a los remolinos, que favorecen el movimiento circular, poco a poco van actuando agrandando las formas circulares que darán lugar a los distintos estadios de estas singulares formaciones.


 

     Los bancales o peanas que albergan los nuevos cerezos.



 

    Y aquí estoy yo, con los pilones al fondo y hasta los ... de subir cuestas, jejeje. (Anda que no me queda naaaa).


      La fauna de este medio está caracterizada por la presencia de especies con unas exigencias ambientales muy estrictas, incompatibles con el más mínimo grado de contaminación. La especie más característica es la almizclera o desmán ibérico que comparte los tramos medios y altos con el mirlo acuático, la trucha, el musgaño de Cabrera, la nutria, la rana patilarga, el lagarto verdinegro y libélulas.

     En las zonas más altas de estas gargantas sobrevive de forma escasa la salamandra de Gredos.




     Parte de los amigos de la Asociación Senderista "El Puerto en ruta".



 
 

     El refugio de los pescadores.





     Puente del sacristán.


     Ruinas de lo que creemos que fue un molino.
 

     Trío de Viveños.



     Llegados a este punto, tuvimos que atravesar la Garganta Chica sorteando canchos y pedruscos poco estables y un tanto resbaladizos, de hecho hubo gente que tuvo que descalzarse para poder cruzar y otros decidieron ir por el camino largo.
 

     El amigo Andrés preparado para recibir al resto del grupo para ayudarles a cruzar.
 


     Ya llegan, ya llegan.



     Espectantes a ver si alguien resbala y cae al charco, jiijijiji.

 

     Buscando otra alternativa para pasar ya que por aqui no es muy seguro.


     Al resto del grupo no le convence mucho la idea de cruzar por este punto y deciden seguir por otra senda que también les llevará al Puente Nuevo.

 
     Hasta luego amigos, buen camino.


     Puente del Carrascal.






     Las vistas son hermosísimas.
  




     Y la flora muy variada.


 




     Cuidado, que la altura es considerable.
 

  
 

     Ya falta menos para llegar al Puente Nuevo.



Ahí lo tenemos, el Puente Nuevo o de Carlos V que cruza la Garganta de la Serrá.



     El rato que estuvimos descansando aquí nos dio tiempo a refrescarnos los pies, que por cierto, vaya agua fresquita.


     Dispuestos a continuar la ruta, ahora tenemos por delante un subida empedrada hasta el  Collado de las Losas donde pararemos a comer.





 


      Ahí van las porteadoras, cuidado que seguro os sale Tarzán de entre los matorrales.


     Entramos en una zona boscosa preciosa, despues del tramo empedrado y de aguantar el peso del sol.


     Rellenando las botellas en una pequeña fuente.






  

     Por fin llegamos al Collado de las Losas, aqui sacamos nuestros manjares, que ya iba haciendo falta llenar la panza, lo peor de todo es que después de los Pilones no nos encontramos ni un solo merendero, pero bueno, nos apañamos estupendamente.


     La nieve se resiste a abandonar las cumbres.






     Tranquilas, que no se los va a llevar nadie.


          Un castaño centenario.


     Volvemos a quedar atrás Los Pilones.



     Pero que grupo más sonriente, así da gusto.



     Ya queda menos para llegar a Jerte aunque hace rato que venimos viendo paneles informativos de 3 km a Jerte.

 


     Y ahí lo tenemos, Jerte, rodeado de cerezos. Tiene una superficie de 52'4 Km2, una altitud de 604 m y 1370 habitantes aproximadamente. El nombre le viene del árabe Xerit, que puede significar angosto o cristalino. El Jerte es ambas cosas a la vez.



     Ya llega el resto del grupo, casi dos horas después de la llegada de los primeros ya que estos optaron por el recorrido más largo.



     Tomando un refrigerio y esperando a que la gente haga el acopio de cerezas que, por cierto, están buenísimas.



 
     Y las fotos del grupo. Gracias por darnos la oportunidad de compartir con vosotros este maravilloso día que espero se repita pronto.

     A las 6 y pico nos montamos en el autobús de regreso a casa, al principio la gente estaba muy habladora pero poco a poco el silencio y el cansancio se fue apoderando de nosotros.

     Hasta pronto y BUEN CAMINO.