Romangordo pertenece a la provincia de Cáceres y está situado junto al río Tajo, dentro de la ZONA PERIFÉRICA DE PROTECCIÓN del PARQUE NACIONAL DE MONFRAGÜE, y dentro de la zona declarada por la UNESCO RESERVA DE LA BIOSFERA.
- Superficie 39,07 km²
- Población 256 hab. (INE 2009)
- Densidad 5,27 hab./km
- Gentilicio Romangordeño
Para conocer más sobre esta localidad tenemos que remontarnos a la época en que los árabes poblaban la península.
El nombre de la ciudad de Albalat o Medina Albalat aparece en los
escritos antiguos con ortografías variadas: Al-balat, Albalate, Alvalat,
Alvalá, Albalat. A veces le acompaña el nombre de Makhada o Makjada:
Makjada Al-balat.
Albalat significa “camino empedrado”, es decir, calzada. Las calzadas
romanas estaban cubiertas de losas de piedra. El nombre Makhada
significa “paso” o “vado”. Los dos nombres están inspirados en la
ubicación que tenía esta ciudad: estaba situada en la calzada romana que
iba de Mérida a Toledo en el punto en que ésta cruzaba el Tajo por uno
de los pocos vados existentes en este río, por el vado que hoy pertenece
al territorio municipal de Romangordo, situado más o menos a la altura
del kilómetro 203 de la antigua carretera nacional N – V.
Los árabes fortificaron esta posición de gran valor estratégico en el
siglo X, en tiempos de Abderramán III, quien se preocupó de asegurar
militarmente la línea del Tajo, que estaba siendo objeto de ataque por
parte de los cristianos.
Posiblemente antes de esa fecha ya existía algún tipo de instalación
militar, pero es a partir del siglo X cuando Albalat empieza a tener
relevancia.
Los geógrafos árabes la incluyen en sus descripciones y en el siglo XII la mencionan como cabeza de comarca o de provincia.
Una ciudad de tal valor militar, administrativo y estratégico no pudo
escapar al ataque de los reyes cristianos, decididos desde muy pronto a
recuperar las tierras perdidas por la invasión árabe. Tampoco por parte
de los árabes una ciudad del valor estratégico de Albalat podía ser
abandonada sin presentar resistencia.
A lo largo de los siglos XI y XII fue conquistada varias veces por los
cristianos y reconquistada por los árabes, fue destruida por los
cristianos y reconstruida nuevamente por los árabes.
La conquista Alfonso VI y la reconquistan los almorávides; la vuelve a
conquistar Alfonso VII y la vuelven a recuperar los almohades en tiempos
de Alfonso VIII (año 1196). Finalmente, poco después, vuelve
definitivamente bajo el control de Alfonso VIII, pero debido a que la
frontera con los árabes se ha desplazado ya más al sur, la villa y el
castillo de Albalat pierden valor estratégico, y rara vez, a partir de
ahora, será mencionada en las crónicas reales.
Durante el reinado de Fernando III (primera mitad del siglo XIII), época
en que se procuró la repoblación humana del sur del Tajo, comienza a
mencionarse la Campana de Albalat, nombre que engloba a un conjunto de
pequeñas poblaciones surgidas en el territorio de la villa de Albalat.
La Campana de Albalat es el nombre que recibe una original organización municipal de los pueblos, que surgen en el territorio de la antigua ciudad de Albalat,
cuando, abandonada por los árabes y perdido su carácter estratégico,
militar y administrativo, quedó reducida primero a una villa y más tarde
a un despoblado.
Referencias a la Campana de Albalat aparecen ya en el siglo XIII en
tiempos de Fernando III, rey que se preocupó de la repoblación de los
territorios de la margen izquierda del Tajo, cuando el dominio de los
cristianos sobre estas zonas estaba ya consolidado.
El nacimiento de la Campana de Albalat es anterior a la total
desaparición de la villa de Albalat, pues en el siglo XIV está
documentado que el rey Alfonso XI pernoctó en Albalat durante un viaje
que hizo de Talavera al castillo de Valencia de Alcántara para reunirse
con el maestre de la Orden de Alcántara.
La Campana de Albalat comprendía inicialmente, además de los pueblos de
Romangordo, Casas del Puerto e Higuera de Albalat, otros pueblos que han
desaparecido por los avatares de la historia, como el de la Piñuela.
La organización administrativa de la Campana consistía básicamente en
que todos estos pueblos formaban un solo concejo o ayuntamiento y una
sola rectoría o parroquia.
El territorio municipal no estaba inicialmente dividido y disfrutaban de
extensas tierras comunales que se repartían todos los años entre los
diferentes vecinos para su aprovechamiento.
La Campana de Albalat tenía un solo Secretario, (llamado antiguamente
Escribano) que residía en Romangordo y un alcalde por cada pueblo de la
mancomunidad. Su organización religiosa era similar, pues tenía un solo
párroco ( llamado “rector” en aquella época) y sacerdotes en los
diferentes pueblos con la categoría de coadjutores (llamados en aquella
época “tenientes”). Esta organización administrativa, desde el punto de
vista civil y desde el punto de vista religioso estaba vigente todavía
en 1753, pues así se describe en las respuestas de la Campana de Albalat
a las preguntas 1ª, 25ª, 32ª y 38ª del Interrogatorio del Marqués de la
Ensenada.
En esta organización aparecen los siguientes elementos fundamentales:
- Los términos municipales están unidos
- Solo forman un concejo o municipio con un solo secretario, pero con tres alcaldes.
- Una sola parroquia con un solo párroco o rector, pero con un sacerdote como mínimo en cada pueblo.
Con respecto al poder de los tres alcaldes de la Campana de Albalat
es interesante la respuesta que da en 1786 el sacerdote de las Casas del
Puerto a la pregunta numero 12 del interrogatorio de Tomás López:
” …la jurisdicción de los alcaldes es promiscua porque todos y cada uno mandan igualmente en todas tres villas”
Aunque los términos estaban unidos, se sabía cuáles eran los territorios correspondientes a cada pueblo, por lo menos a finales del siglo XVIII y en el siglo XIX. Esto parece deducirse de los siguientes datos:
- Al Interrogatorio del Marqués de la Ensenada responden conjuntamente los tres pueblos con una sola voz, pero no ocurre lo mismo en las respuestas al Interrogatorio del geógrafo D. Tomás López en 1786, es decir, 33 años más tarde. D. Pedro Antonio Martín responde solo en nombre de Romangordo.
- En la respuesta a la pregunta 2ª del Interrogatorio de D. Tomás López, el cura de Almaraz dice que el puente que el vulgo llama “Almara” (sic) está en el término de Romangordo, no dice en el término de la Campana de Albalat.
- En un documento de 1812, que se conserva en el archivo diocesano de Plasencia, D. Manuel Rosado Rivero, cura de Romangordo hace una descripción de las propiedades de la Fundación religiosa que había en Romangordo y a unas fincas las sitúa en Romangordo, a otras las sitúa en la Higuera y a otras las sitúa en las Casas y en otros pueblos cercanos.
Esta organización de la Campana de Albalat cambió en el siglo XIX, pues
según los datos que nos proporciona D. Pascual Madoz en 1849,
Romangordo, Casas de Miravete e Higuera todavía tenían territorios
comunes, aunque no todo el término.
Cada pueblo tenía ya un secretario y formaban tres municipios distintos:
Dice D. Pascual Madoz en el artículo que dedica a las Casa del Puerto de Miravete:
Este pueblo con los de Romangordo y la Higuera forman lo que se llama la Campana de Albalat, que es la jurisdicción de la antigua ciudad de este nombre hoy destruida: los tres pueblos formaban un solo concejo o ayuntamiento; pero en virtud de las leyes municipales vigentes, se han separado teniendo cada uno su municipalidad propia con su secretario, aunque con un solo mayordomo de propios, por cuanto los aprovechamientos y pastos se conservan en común: la reuniones de los ayuntamientos se tienen en Romangordo como punto céntrico.
En el artículo dedicado a Romangordo D. Pascual Madoz dice a este respecto:
Confina el TÉRMINO por el Norte con los de Almaraz y Saucedilla; por el Este: Campillo y Valdecañas; por el Sur: Jaraicejo y Deleitosa; por el Oeste: Serrejón, considerándose unido con los de las Casas y la Higuera, según hemos dicho en los artículos de estos pueblos, por formar los 3 el concejo que aun se denomina Campana de Albalat.
Aquí se habla de tres términos: el de Romangordo y los de las Casas y la Higuera,
aunque perviven lazos de unión entre los tres pueblos. Queda claro,
pues, que en 1849 la Campana de Albalat subsistía todavía, pues se
conservaban algunos lazos jurídicos que regulaban la administración de
elementos comunes de los tres pueblos, aunque ya no eran un único
municipio.
El concejo de la Campana de Albalat no tiene en 1849 el mismo valor
jurídico que en 1753. Podría decirse que pasa de ser un único municipio a
una mancomunidad de tres municipios.
¿Cuándo dejó de existir la Campana de Albalat como una entidad con valor
jurídico? Deja de existir en 1900 cuando se separan oficialmente los
términos municipales de los tres pueblos y sus elementos comunes.
Por
ese motivo se elabora un plano oficial con la demarcación que
corresponde a cada pueblo. A partir de ese momento no hay nada que
administrar en común y carece de sentido la permanencia de esta
histórica e interesante entidad jurídica conocida como Campana de
Albalat.
A finales del siglo XX ha surgido un nuevo concepto de Campana de
Albalat, no basado en lazos jurídicos, sino en lazos nostálgicos y
afectivos entre los tres pueblos.
El recuerdo histórico de la Campana de Albalat, que nunca se ha borrado,
y las estrechas relaciones familiares que todavía subsisten entre los
vecinos de los tres pueblos, ha facilitado el nacimiento, no de derecho,
sino de hecho, de una nueva Campana de Albalat, que tiene su expresión
en el campo cultural y festivo.
En el siglo XVIII en la parte del término de la Campana de Albalat
que posteriormente fue adjudicada a Romangordo había dos aceñas;
Madoz, a mediados del siglo XIX sólo menciona una;
En el plano de Romangordo de 1900 están señaladas tres aceñas, una de
ellas con la indicación de que está en ruinas, pero ésta y la denominada
“Aceña del Ronquillo” aparecen situadas en el término de Serrejón,
junto a la línea que separa su término del de Romangordo.
En la primera mitad del siglo XX, hasta aproximadamente el año 1960 en
que fueron expropiadas y anegadas por las aguas del pantano de Torrejón,
había dos aceñas activas, pero si la conocida con el nombre de “Aceña
del Ronquillo” está situada, no en el término de Romangordo, sino en el
de Serrejón, entonces había una sola, igual que a mediados del siglo
XIX.
La diferencia entre la relación de aceñas que aparece en el
Interrogatorio del Marqués de la Ensenada del siglo XVIII, por una
parte, y la información que proporciona Madoz en su Diccionario de
mediados del siglo XIX y la que aparece en el plano de Romangordo de
1900, por otra, puede explicarse quizás por variaciones en los límites
territoriales entre Serrejón y Romangordo producidas en ese intervalo.
Las dos aceñas activas en la primera mitad del siglo XX estaban situadas en el río Tajo:
- Una frente al molino de la Carrera, por debajo de la isla que había en el río;
- la otra estaba más abajo, siguiendo la corriente del río, frente a la dehesa del Rincón, unos 200 ó 300 metros más abajo de la desembocadura del arroyo de Arrocampo en el río Tajo.
A la primera se la conocía con los nombres de:
- Aceña Nueva, aunque ya existía a mediados del siglo XVIII, (así aparece designada en el plano de Romangordo de 1900);
- Aceña del Medio (por su situación, pues en esta zona del río Tajo había últimamente tres aceñas activas, las dos mencionadas y una tercera más al norte, un poco por encima del puente de Albalat, perteneciente a Almaraz);
- Aceña de “tio” Monroy (primer apellido del último propietario, cuyo nombre era Eugenio. Era vecino de las Casas del Puerto).
A la segunda se la conocía con los nombres de:
- Aceña del Ronquillo;
- Aceña de “tio” Camuña (apodo del último propietario, que se llamaba Guillermo de la Llave. Era vecino de Serrejón.)
Estas son sus características:
- No tenían ruedas hidráulicas verticales, sino horizontales, como la de los molinos.
- No tenían dos ejes, sino uno sólo, como los molinos.
- Estaban dentro de un río (el río Tajo), como es normal en las aceñas.
- Carecían del cubo típico de los molinos, como también es normal en las aceñas: el agua pasaba directamente de la presa a la rueda hidráulica, llamada rodete, por compuertas que se abrían a un plano muy inclinado, que se estrechaba, como un embudo, a medida que descendía.
- En el siglo XX se modernizaron incorporando una máquina limpiadora del trigo y un cedazo al que llegaba la harina mediante una cinta transportadora: todo esto era movido con la fuerza desarrollada por la rueda hidráulica o rodete.
- Una zúa (también llamada ataguía o presa) de algo más de dos metros de alta formaba un pequeño pantano en el río que suministraba el agua a los rodetes.
- Las dos aceñas disponían de un embarcadero que permitía pasar el río a caballerías y personas. Las caballerías eran transportadas en una balsa plana; las personas, en una barca de estructura normal.
- Las dos aceñas tenían construido en la zúa, en el lado opuesto a donde estaba la compuerta, un cañal, construcción que servía para pescar peces y anguilas.
Iglesia de Santa Catalina.
Desconocemos los datos referentes a su proceso constructivo, pues no hallamos documentación en la que se haga mención a ello, sin embargo el análisis estilístico puede servir para hacemos una idea aproximada.
Desconocemos los datos referentes a su proceso constructivo, pues no hallamos documentación en la que se haga mención a ello, sin embargo el análisis estilístico puede servir para hacemos una idea aproximada.
El exterior del edificio es básicamente es un edificio del siglo XV, aunque realizado en tres etapas como puede leerse en la fachada sur donde se dibujan las líneas de las vertientes a dos aguas del tejado de la nave principal.
La construcción realizada a base de mampuestos, reforzados en
esquinas y portadas por sillares escuadrados de granito es muy sólida,
aportándose el ladrillo únicamente para formar la rosca de algunos arcos
en el campanario.
El exterior tiene una apariencia modesta, con tres portadas muy
simples basadas en el empleo de arco de medio punto moldurado, de las
cuales la del fondo y el naciente se hallan tapiadas. La continuidad del
muro se rompe con los contrafuertes salientes que corresponden al
refuerzo de los tramos y la sacristía que sobresale del presbiterio por
el lado del evangelio.
El campanario es de un solo cuerpo de dieciséis metros de altura, en
el que se aprecian vanos cegados de una primera fase. El remate es muy
simple, con forma piramidal achaparrada.
El interior del edificio es un espacio de proporciones
modestas con cabecera ochavada y una nave dividida en cuatro tramos por
grandes arcos de medio punto rebajado sobre pilastras salientes.
Artesonado mudéjar
Toda esta nave se cubre con un artesonado mudéjar, uno de los mejores de Extremadura.
El primer tramo del artesonado, el que cubre el presbiterio, lo forma
una armadura ochavada mudéjar con ocho faldones unidos por limas que
convergen en el harneruelo octogonal del que pende un mocárabe
Los cuatro tramos restantes se cubren con techumbres ochavadas de limas mohamares, de los cuales “el más importante es el tramo que limita con el presbiterio. Tiene los faldones y almizate, una pequeña ornamentación a base de lazo de ocho, es ataujerada. En los tramos restantes las cubiertas son llanas, y del centro de almizate, pende una piña de mocárabes. Los cuadrales, en todos los casos son sencillos y van asnados en forma de ese”. (P. Mogollón, 1982,44).
Los cuatro tramos restantes se cubren con techumbres ochavadas de limas mohamares, de los cuales “el más importante es el tramo que limita con el presbiterio. Tiene los faldones y almizate, una pequeña ornamentación a base de lazo de ocho, es ataujerada. En los tramos restantes las cubiertas son llanas, y del centro de almizate, pende una piña de mocárabes. Los cuadrales, en todos los casos son sencillos y van asnados en forma de ese”. (P. Mogollón, 1982,44).
Las imágenes
Entre las imágenes cabe destacar la de la patrona, Santa Catalina, la
de Nuestra Señora del Rosario, la del Cristo de la Salud y la de San
Blas. Esta última ha sido tenida desde antiguo como prodigiosa para la
cura de los “males de garganta”. Otras imágenes son la de San Antonio de
Padua, la de San Francisco Javier y la de la Inmaculada.
Sin que sobresalgan mucho, a derecha e izquierda del presbiterio se
alzan dos pequeños retablos de factura barroca de madera dorada.
La tribuna o coro
Al fondo se sitúa el coro levantado sobre un listón de madera
sostenido por una columna central del mismo material y bajo el mismo, la
pila bautismal de granito con talla galonada en una esquina.
Un escudo con fecha
En el piñón de la fachada de la iglesia hay un escudo muy
deteriorado, de la Orden Pasionista según Oxea, fechado en 1631.
Actualmente es la iglesia parroquial del pueblo y pertenece al obispado
de Plasencia.
Bibliografía:
Arjabor, “Inventario de recursos socioeconómicos y patrimoniales de las comarcas de Campo arañuelo, La Jara y Los Ibores: Romangordo”.
Editor: PubliSher Navalmoral, S.L. 1999
Arjabor, “Inventario de recursos socioeconómicos y patrimoniales de las comarcas de Campo arañuelo, La Jara y Los Ibores: Romangordo”.
Editor: PubliSher Navalmoral, S.L. 1999
Fiestas y Tradiciones.
La principal fiesta, como en la mayoría de pueblos extremeños, es la de
su patrón, que en Romangordo es la festividad de San Blas, que se
celebra el día 3 de Febrero; el toque de campanas y el disparo de
cohetes al atardecer de la víspera, empiezan a crear ambiente festivo,
comenzando, al día siguiente, los actos religiosos con la distribución
de “cordones bendecidos”. Posteriormente la charanga lleva su música por
todas las calles, dirigiéndose hacia el merendero donde espera una
“gran paella”, chuletas y demás víveres, que ofrece el ayuntamiento a
todos los visitantes. Terminada la comida, comienza la carrera de cintas
con burros, evento original y característico de esta población, para
finalizar la jornada, al ritmo de los acordes de la verbena.
Semana Santa
Relevancia. La procesión del Jueves Santo se va consolidando como el
acto más popular de los que se celebran en la Semana Santa de
Romangordo, adquiriendo un mayor atractivo por la vistosa participación
de las cofradías, el emocionante canto de las saetas a lo largo de su
recorrido y la actuación de la banda musical que llena las calles con el
impresionante sonido de sus tambores y trompetas. La procesión del
Viernes Santo, conocida como la procesión del Silencio, ha sido
rescatada este año del olvido en que estaba, a pesar de formar parte de
las tradiciones del pueblo.
Fiesta del emigrante.
Romangordo, al igual que la gran mayoría de poblaciones extremeñas,
sufrió un proceso de emigración, durante los años 60 y 70. Aunque ahora,
el pueblo ha vuelto a resurgir, con la llegada de población joven y el
retorno de los que emigraron en su día, entre los días 15 y 20 de
Agosto, se les recuerda con carácter festivo. Destaca una actividad,
“bautizada” con el nombre de “La Gran Mojá”
Festividad del Cristo
Se celebra el día 14 de Septiembre, mezclándose el ambiente festivo con el rito religioso.
Dentro de la gastronomía típica podemos destacar:
Arrope:
- Calabaza Esta calabaza pesó 9 kilos sin pelar y 7,750 kilos, después de ser pelada.
- Miel 8 kilos de miel.
- Agua Para 8 kilos d miel, conviene echar litro y medio de agua.
- Hojas de laurel y cáscaras secas de naranjas.
Floretas:
- Huevos.
- 1/4 litro de aceite por cada 1/2 docena de huevos.
- 1/4 litro de leche por cada 1/2 docena de huevos.
- 200 gramos de harina por cada 1/2 docena de huevos.
- Miel y licor de anís para el baño de las floretas.
Cristiones:
- 1/4 de aceite.
- 1/4 de litro de agua templada.
- 20 gramos de anís en grano.
- 3/4 de kilo de harina .
- Una cucharilla de las de café de sal y otra de bicarbonato.
- Miel y licor de anís para el baño de los cristiones.
Roscas blancas:
Para la masa:
- Media docena de huevos.
- 1/4 litro de aceite. * 1/4 litro de leche.
- 1 kilo y medio de harina. * 200 gramos de azúcar.
- La ralladura de la piel de un limón.
- Una copa de licor de anís.
- Un sobre de levadura.
- Dos claras de huevo.
- 400 gramos de azúcar.
- Una copa de agua.
Roscas del candil:
- 1/2 docena de huevos.
- 1/8 de litro de aceite, equivalente aproximadamente a un vaso de vino.
- 1/8 de litro de licor de anís.
- 8 cucharadas de azúcar.
- 400 gramos de harina.
Bolla de chicharrones:
- Masa fermentada: 3/4 de Kilo
- Chicharrones: cantidad suficiente para cubrir la superficie de la masa.
- Manteca: 50 gramos para mezclar con la masa y Un poquito más para untar el papel de alumnio que se utilice para cubrir la bandeja del horno. Si se utiliza papel específico de horno, no es necesario untarlo de manteca.
- Anís molido: cucharada y media.
- Azúcar: tres cucharadas para mezclar con la masa y – una cantidad suficiente para cubrir la superficie una vez que la bolla esté preparada y lista para meter en el horno.
Todo el texto ha sido copiado de la web oficial del Ayuntamiento de Romangordo. En dicha web tenéis mucha más información.
Más adelante iré actualizando fotos ya que siguen realizando más y más trampantojos.