domingo, 7 de abril de 2013

Ruta por el Parque Nacional de Monfragüe (Subida al Cerro Gimio)



El sábado 6 de abril de 2013 hicimos esta ruta cuatro viveños, Juán el del bar, Juan Antonio, Jose María y un servidor animados por el buen tiempo y con ganas de disfrutar de este entorno maravilloso como es el Parque Nacional de Monfragüe. Echamos de menos a dos caminantes que suelen acompañarnos, Reyes y Juán Cercas, uno por la distancia y el otro por culpa de un catarro que esperamos se cure pronto. También avisamos a nuestros amigos "los Andarines" de La Cumbre, que por diversos motivos no pudieron venir.

Salimos sobre las 8 de la mañana de Ibahernando rumbo a La Cumbre donde paramos a comprar el pan. Sobre las 9 y pico estábamos tomando un cafelito en Villarreal de San Carlos y pensando que ruta tomar, en la oficina de información nos aconsejaron muy amablemente y nos dieron unos folletos con las diferentes rutas y algunos consejos y alternativas ya que la crecida del río Tajo cubría algunos trayectos y algún puente por el que se tenía que transitar. Al final optamos por hacer la subida al Cerro Gimio.

Comenzamos nuestra ruta pasadas las 9 y media llevando poca carga, algo de agua y chocolate. El dia muy soleado pero a esas horas la temperatura era muy suave (6ºC) pero a medida que íbamos avanzando y entramos en calor nos empezaron a sobrar las prendas de abrigo.

La ruta transcurre por distintos tipos de vegetación, principalmente de ribera, con una senda muy bien marcada y una gran calidad paisajística. Son unos 8 kms en ruta circular. El primer tramo es un progresivo descenso sin mucha dificultad paralelos al cauce del río Malvecino, en este trayecto disfrutamos del bello paisaje, admiramos algunas de las platas florecidas, atravesamos un pequeño puentecito de madera e incluso nos topamos con algún boletus hasta que llegamos a otro puente de madera que atraviesa el arroyo Malvecino.

 




Qué bonita está la tila.

 

 




 

 

 













A partir de aqui comienza el segundo tramo en el que hay dos opciones, nosotros escogimos el atajo de subida al Cerro Gimio. Todo ascenso con un primer tramo de pendiente pronunciada que poco a poco se va haciendo más suave en la que hay que tener cuidado con los resbalones ya que el agua corre por doquier encima del suelo de pizarra. Tras poco menos de 1 km llegamos a un cruce de caminos en el que se puede enlazar con la ruta que nos lleva a Serradilla, la subida al Cerro Gimio o el sendero verde que continua hasta Villarreal de San Carlos.


 Pasarelas paralelas al arroyo Malvecino.




 Optamos por el atajo, a mi particularmente me hubiera gustado seguir este camino por la belleza paisajística.






 Enlace con la ruta de largo recorrido que lleva a Serradilla.

 Arroyo Barbaón entrando en el río Tajo.


 Llegamos al Cerro Gimio después de un suave ascenso en el que ya empezamos a ver a más gente. Aqui ya disfrutamos de unas panorámicas espectaculares, el Salto del Gitano, el Castillo-mirador, el río Tajo y los arroyos Barbaón y Malvecino. Divisamos algún nido de buitre negro y vemos varios ejemplares de buitres leonados y, como no, los cantos de los petirrojos y demás especies de pajarillos. En este lugar también nos encontramos una atalaya romana del periodo republicano.




 Confluencia del río Tajo, arroyo Malvecino y arroyo Barbaón.



 Arroyo Barbaón.

 
 Salto del Gitano.

 
 Esta foto nos la hizo una señora holandesa muy simpática que llevaba puestas una catiuscas, acabó con los pies destrozados.



 
 
 Nido de buitre negro.





 Tomamos dirección a Villarreal de San Carlos por un camino de suave descenso hasta que llegamos a orillas nuevamente del arroyo Malvecino, aquí ya nos encontramos con varios grupos de senderistas, la mayoría jóvenes estudiantes que se alojan en los chozos de Villarreal. Tambien nos encontramos con alguna pareja que va acompañada de sus niños que se quedan asombrados al ver a nuestro compañero Juán como les deleita con unas canciones típicas y tocadas con un unas pizarras a modo de castañuelas recogidas a orillas del arroyo.






 


 Primeros brotes de la primavera.



Llegamos a un puente de madera con los pilares de pizarra, rodeado de alisos y fresnos. Es un lugar fresco y con abundante sombra y un pequeño merendero donde ya se ven grupos de jóvenes disfrutando de sus bocadillos y sintiendo algunos la hierba en sus espaldas.

A partir de aqui hay un tramo en ascenso de poco más de 1 km por un camino a modo de calzada, todo de pizarra, muy cómodo de subir hasta que finalmente llegamos de nuevo a Villarreal de San Carlos.






 

 
 
 Calzada de poco más de 1 km que pone fin a nuestra ruta de este sábado.


 Los chozos de Villarreal estaban todos ocupados ese día por jóvenes estudiantes.


Ya en Villarreal buscamos un sitio tranquilo y cómodo para degustar nuestros exquisitos productos, como las tortillas de patatas de nuestros amigos, de los embutidos, quesos, patatera, chorizo de oveja, etc. que llevábamos en nuestras mochilas regados con un pitarra que compramos en una pequeña tienda del pueblo.

Después de un pequeño reposo nos tomamos un cafetito en el bar y seguimos nuestro dia de turismo, ya en coche, dirección al mirador de La Tajadilla donde anidan el buitre leonado y el alimoche. Aquí nos encontramos con un grupo de alemanes que estaban haciendo turismo ornitológico.

Continuamos nuestro camino a ver la presa de Los Saltos de Torrejón, la cual estaba evacuando agua por sus tres compuertas. En este lugar, dejamos el coche aparcado y fuimos andando a ver el antiguo poblado de los trabajadores que construyeron dicha presa, del cual apenas queda rastro pero , eso si, el lugar es idóneo para el paseo relajante y disfrutar del canto de los pájaros y del agua. El camino de regreso al coche tuvimos la suerte de ver una cierva con su cría.














 Desde el mirador de La Tajadilla.

 Buitre leonado.





 Presa Saltos de Torrejón.







 Río Tiétar.


 Flor de Jara.

 Vista desde el mirador de La Fresneda.


 Vistas desde el mirador de la Portilla del Tiétar, lugar donde suelen anidar los buitres leonados y el águila imperial ibérica.






De aquí retomamos el coche camino a casa no sin antes parar a tomar un refrigerio en Trujillo. Sobre las 7 de la tarde llegamos de nuevo al lugar de donde partimos once horas antes, IBAHERNANDO.


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