Con motivo del primer centenario de la aparición de la Virgen de Fátima a los tres pastorcillos, Lucia, Francisco y Jacinta, nuestro Párroco D. Vladimir en colaboración con la Hermandad Virgen de la Jara, ha organizado un viaje a Aljustrel y Fátima (Portugal).
En Aljustrel tuvieron lugar las apariciones del Angel y posteriormente la aparición de la Virgen de Fátima a los tres pastorcillos. En esta localidad se pueden visitar las casas de los videntes Lucia Dos Santos y de los hermanos Francisco y Jacinta Martos, donde el visitante puede hacerse una idea de la vida en una población rural del Portugal de principios del S. XX, pues se han restaurado y se han ambientado con gran detalle.
CASA DE LUCIA DOS SANTOS.
Detrás de esta casa, junto a un pozo que era propiedad de la familia de Lucia, se les apareció por segunda vez el Angel. Unas estatuas recuerdan el acontecimiento. Los muros de esta casa son testigos de las conversaciones entre Lucia y su madre que le intentaba persuadir de que las apariciones eran fruto de su imaginación. También sus hermanas apoyaban a su madre, mientras que Lucia sufría al comprobar que en su familia no le creían.
PRIMERA APARICIÓN DEL ANGEL: Primavera de 1916, en la "Loca do Cabeço".
...Al llegar junto a nosotros, dijo: "NO TEMAIS, SOY EL ANGEL DE LA PAZ. ORAD CONMIGO". Y arrodillándose en tierra inclinó la frente hasta el suelo. Llevados por un movimiento sobrenatural, le imitamos y repetimos las palabras que le oímos pronunciar: "DIOS MÍO, YO CREO, ADORO, ESPERO Y OS AMO. OS PIDO PERDÓN POR LOS QUE NO CREEN, NO ADORAN, NO ESPERAN Y NO OS AMAN". Después de repetir esto por tres veces, se levantó y dijo: "ORAD ASÍ. LOS CORAZONES DE JESÚS Y MARÍA ESTÁN ATENTOS A LA VOZ DE VUESTRAS SÚPLICAS". Y desapareció.
SEGUNDA APARICIÓN: Verano de 1916, en el "Poço do Arneiro".
...De repente vemos el mismo Angel junto a nosotros. "¡¡¡QUÉ HACÉIS. ORAD. ORAD MUCHO!!!. LOS CORAZONES DE JESÚS Y MARÍA TIENEN SOBRE VOSOTROS DESIGNIOS DE MISERICORDIA. OFRECED CONSTANTEMENTE AL ALTÍSIMO ORACIONES Y SACRIFICIOS". ¿Como nos hemos de sacrificar?. "DE TODO LO QUE PODÁIS, OFRECED UN SACRIFICIO, EN ACTO DE REPARACIÓN POR LOS PECADOS CON QUE ÉL ES OFENDIDO, Y DE SÚPLICA POR LA CONVERSIÓN DE LOS PECADORES. ATRAED ASÍ SOBRE VUESTRA PATRIA LA PAZ. YO SOY EL ANGEL DE LA PAZ, EL ANGEL DE PORTUGAL, SOBRE TODO, ACEPTAD Y SOPORTAD CON SUMISIÓN EL SUFRIMIENTO QUE EL SEÑOR OS ENVÍE".
TERCERA APARICIÓN: Otoño 1916, en la "Loca do Cabeço".
...Estando, pues, allí, nos apareció por tercera vez, trayendo en la mano un Cáliz y sobre Él una Hostia, de la cuál caían, dentro del Cáliz, algunas gotas de sangre. Dejando el Cáliz y la Hostia suspendidos en el aire, se postró en tierra y repitió tres veces la oración: "SANTÍSIMA TRINIDAD, PADRE, HIJO, ESPÍRITU SANTO, YO OS ADORO PROFUNDAMENTE Y OS OFREZCO EL PRECIOSÍSIMO CUERPO, SANGRE, ALMA Y DIVINIDAD DE JESUCRISTO, PRESENTE EN TODOS LOS SAGRARIOS DE LA TIERRA, EN REPARACIÓN DE LOS ULTRAJES, SACRILEGIOS E INDIFERENCIAS CON QUE ÉL MISMO ES OFENDIDO. Y POR LOS MÉRITOS INFINITOS DE SU SACRATÍSIMO CORAZÓN Y EL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA, OS PIDO LA CONVERSIÓN DE LOS POBRES PECADORES".
...Después levantándose, tomó de nuevo en la mano el Cáliz y la Hostia, y me dio la Hostia a mi, y lo que contenía el Cáliz lo dio a beber a Jacinta y a Francisco, diciendo al mismo tiempo: "TOMAD Y BEBED EL CUERPO Y LA SANGRE DE JESUCRISTO, HORRIBLEMENTE ULTRAJADO POR LOS HOMBRES INGRATOS. REPERAD SUS CRÍMENES Y CONSOLAD A VUESTRO DIOS". De nuevo se postró en tierra y repitió con nosotros la misma oración: "SANTISIMA TRINIDAD....", y desapareció.
CASA DE LA FAMILIA MARTO.
Aquí vivieron los hermanos Francisco y Jacinta Marto. En ella además se desarrolló la enfermedad de los niños, y tuvieron muchas veces sus confidencias de cosas divinas y humanas. En una habitación, cerca de la entrada, Francisco Marto entregó su alma a Dios después de una dolorosa enfermedad. Unos días antes de morir afirmó que había venido la Virgen a consolarle.
También Jacinta desarrolló aquí su enfermedad, y hubo de guardar cama antes de que fuera trasladada a Lisboa en un intento por salvarle la vida.
Fachada donde les hicieron la foto a los tres pastorcillos.
Si el visitante toma el camino que lleva a Cova de Iria, apenas a unos trescientos metros de Aljustrel llegará a Valinhos. Este era otro de los lugares al que traían las ovejas. Aquí vinieron con el rebaño el día 19 de agosto de 1917. Y aquí se les apareció la Virgen, pues el 13 de aquel mes los niños estaban retenidos en la casa del alcalde de Ourem. Un templete con una imagen de la Virgen lo recuerda, y una marca señala el lugar de la aparición.
Desviándonos a la izquierda por un camino bien pavimentado, llegaremos al Cabeço do Anjo o Cerro del Angel. Se trata de una pequeña altura desde la que se divisa bien el entorno. En ella los niños habían localizado una hendidura en el terreno rodeada de rocas. Aquí iban con frecuencia a jugar. En el verano de 1916, en una fecha imprecisa, se les apareció por primera vez un Angel que les instó a rezar por los pecadores. Esta fue su primera experiencia sobrenatural.
Posteriormente, en febrero de 1917, se les apareció el mismo Espíritu llevando un Cáliz y sosteniendo la Sagrada Forma. Después de adorar junto a los niños al Señor, les enseñó una oración pidiéndoles que la repitiesen cada vez que comulgaran. A continuación dio la comunión a los tres.
Se conserva actualmente el camino que usaban los niños para ir a Cova de Iria desde Aljustrel. El camino actualmente está muy bien pavimentado, discurre entre campos de olivos y encinas. Por este camino los fieles húngaros en el exilio construyeron en la década de 1950 un Vía Crucis que comienza en Cova de Iria. De vez en cuando el peregrino encontrará una capilla que indica la estación que corresponde.
El camino pasa por Valinhos; desde aquí el Vía Crucis se desvía para subir al punto más alto del cerro, que no está lejos del Cabeço do Anjo. Aquí se ha construido una capilla con una representación del Calvario.
Llegada a Fátima....
.... acompañados por nuestra Madre la Virgen de la Jara.
Una vez en Fátima, comenzamos el Itinerario Jubilar para conmemorar el Primer Centenario de la Aparición de la Virgen de Fátima. Comenzamos en el Pórtico del Centenario, alto del Recinto de Oración, Símbolo de los Apóstoles.
También hicimos nuestras peticiones por la paz, por nuestros enfermos, por nuestros familiares, por nuestros amigos, ...., en fin,.... por todos.
Seguidamente, y retomando nuestro Itinerario Jubilar, nos dirigimos hacia la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, donde están sepultados los Beatos Francisco y Jacinta Marto y la Vidente Hermana Lucia de Jesus y del Corazón Inmaculado.
Tumba de Francisco Marto.
Tumbas de Jacinta Marto y de Lucia.
El proceso de Beatificación de los Videntes de Fátima, Francisco y Jacinta Marto, después de las primeras diligencias hechas en 1945, fue iniciado en 1952 y concluido en 1979. En 1988, la documentación final que, permitiría al Santo Padre proclamar a los Pastorcitos de Fátima "Beatos", fue entregada al Santo Padre Juan Pablo II y a la Congregación para la Causa de los Santos. El día 13 de mayo de 1989, el Papa Juan Pablo II reconoció solemnemente la naturaleza heroica de las virtudes practicadas por Francisco y por Jacinta y declaró que ellos eran modelos de santidad y poderosos intercesores para los fieles y, especialmente, para los niños.
El día 28 de junio de 1999, el camino para la beatificación estaba abierto gracias al reconocimiento oficial del milagro obtenido por la intercesión de los Pastorcitos. En Fátima, en el día 13 de mayo del 2000, el Papa Juan Pablo II, por su autoridad Apostólica, declaró que desde aquel día en adelante, Francisco y Jacinta pueden ser llamados "Beatos" y que la fiesta puede ser celebrada, en su honor, el día 20 de febrero en aquellos lugares y de acuerdo con las normas aprobadas por la Iglesia.
El último paso será, como esperamos, la Canonización, por la cual serán declarados "Santos". Ya discurre también el proceso de beatificación de la Hermana Lucia.
Es hora de hacer un alto en el camino y satisfacer las necesidades del cuerpo. Hora de comer.
Después de haber hecho la visita obligada a las tiendas de recuerdos, comprar y repasar a ver si se nos ha olvidado alguien, nos dirigimos de nuevo al recinto del Santuario para continuar con el Itinerario Jubilar. En este caso ya solo nos faltaba ir a la Capilla del Santísimo Sacramento a adorarlo y todo el que quisiera, a confesarse.
¡¡¡¡CUANTO AMOR Y PAZ ME PRODUCEN ESTAS IMAGENES!!!!!
Y como no podía ser de otra manera, cerramos con broche de oro, celebrando la Eucaristía frente al lugar de las apariciones de la Virgen de Fátima, celebrando nuestra Fe y este magnífico día de convivencia y peregrinación en conmemoración del Primer Centenario de la Aparición de la Virgen.
Lucia, Francisco y Jacinta
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